Qué es un texto expositivo
Entendemos por texto expositivo aquel que expresa conceptos, ideas o hechos de forma objetiva absolutamente. O sea, que en esta clase de redacción no se reflejan sentimientos, opiniones, ideas o pensamientos del autor.
Por norma general, un texto expositivo se usa para la divulgación, principalmente de ideas o conceptos, siempre que sean de interés o con intención de comunicar datos específicos referentes a diversos ámbitos, como son el científico, el jurídico, el académico, el astronómico, etc.
Este tipo de textos son muy usados en ámbitos escolares y académicos, como puedes comprobar en tus libros de texto. Para ello, se suele usar de forma muy habitual la tercera persona a la hora de exponer datos y lecciones. No se puede deducir la opinión del autor en los textos expositivos, puesto que su base es la exposición de hechos objetivos basándose en datos comprobables y que se pueden corroborar.
No existe una extensión mínima para los textos expositivos. Todo dependerá de la temática abordada, pero pueden ir desde unas pocas líneas hasta múltiples páginas si el asunto abordado es especialmente complejo.
No debemos confundir los textos expositivos con los textos argumentativos porque, en este segundo caso, es un tipo de texto pensado para convencer y difundir una idea concreta.
Características del texto expositivo más importantes
Una vez ha quedado claro el concepto, toca revelar cuáles son las principales características del texto expositivo. Enumeramos las más importantes a continuación:
Otras características de un texto expositivo
Ya hemos visto las características más básicas del texto expositivo, pero no son las únicas. Veamos otras que también son importantes:
Suele usar léxico denotativo para evitar dobles sentidos o significados ocultos. O sea, se expresa de forma literal sin acudir a interpretaciones o mensajes connotativos.
Texto expositivo: estructura y partes
Ahora que ya has podido conocer las características de un texto expositivo es importante que sepas cuál es la estructura más habitual que se sigue con este tipo de texto. Existen muchas maneras de llevar a cabo estos textos, sin embargo, el esquema que se sigue de forma generalizada es el siguiente:
Conclusión final: para terminar un texto expositivo es esencial que se acabe con la reunión de las conclusiones a las que se ha llegado después de haber hecho el trabajo de investigación. Lo mejor es que se sinteticen todas las ideas que se han ido diciendo a lo largo de la exposición para, así, terminar lanzando los resultados obtenidos o las conclusiones finales de la investigación.
Tipos de textos expositivos
Debes saber que existen diferentes tipos de textos expositivos que dependen del modo en el que se trabajan los contenidos explicados. Recordemos que estos textos sirven para ofrecer una información objetiva y concisa pero, dependiendo del modo en el que se explique la información, nos encontramos con dos tipos de textos expositivos: el de carácter divulgativo y el de carácter especializado.
Textos expositivos de carácter divulgativo
Son los textos que persiguen la finalidad de ofrecer una información objetiva y para un público amplio; es decir, están especialmente pensados para un tipo de público más amplio y variado. Son textos que pueden tener un lenguaje más sencillo para conseguir una máxima comprensión. No suele ser necesario que el lector tenga conocimientos previos sino que una gran mayoría de receptores pueden leer y comprender este texto. Algunos de estos tipos de textos expositivos son los libros escolares, los artículos de los periódicos, los textos que aparecen en las enciclopedias, etc.
De carácter especializado
Pero también existen otros textos que son más técnicos y especializados. En estos casos sí que resultará imprescindible que el lector cuente con una preparación previa para poder comprender de forma total la información que aquí se ofrece. Los destinatarios son expertos de algún tema o sector y estos textos ahondan en aspectos concretos. Por tanto, son textos más complejos y que van destinados a personas concretas que tienen conocimientos de la jerga y de los temas que se analizan. Algunos ejemplos de textos expositivos de este tipo son las tesis doctorales, los artículos científicos, etc.
ACTIVIDAD
La vivencia amorosa es un sentimiento no solo deseable sino casi imprescindible para alcanzar la madurez afectiva que permita al adolescente lograr una verdadera estabilidad emocional.
Ahora bien, el enamoramiento puede producir una distorsión en el adolescente, en el sentido de que la «persona amada» resulte idealizada en exceso, erigiéndose en una imagen que no responde a la realidad, lo que puede tener consecuencias muy negativas.
Siendo como es un sentimiento extraordinariamente positivo, el amor no está exento de sufrimiento, riesgos e incertidumbres. Es típico de la adolescencia que los episodios de
«Éxtasis» o euforia amorosa sean seguidos por grandes crisis, a veces acompañadas de gran sufrimiento, todo lo cual puede provocar una gran inestabilidad en el adolescente.
A esto hay que añadir que las relaciones amorosas adolescentes tienen muchas veces un carácter temporal. No siempre el amor es eterno y, en esta etapa de transformaciones, no es de extrañar que el enamoramiento resulte a menudo efímero. En tales casos es corriente que aparezcan actitudes depresivas, de desesperanza e impotencia, que suelen repercutir en todas las dimensiones anímicas.
1. Lee el texto expositivo de arriba. ¿Sabrías ponerle un título?
2. Resume en un solo enunciado la idea central de cada párrafo y, a continuación, observa la relación entre las cuatro ideas. ¿Sabrías explicarla?
3. Enumera los rasgos lingüísticos propios de los textos expositivos que encuentres en el ejemplo anterior.
4. Tomando como modelo este texto, realiza tú una breve exposición sobre los problemas de los adolescentes con sus padres.